A finales de los años 80, el empresario danés Michael Spangsberg, dueño del fabricante de caramelos BonBon, lanzó al mercado una divertida golosina con la forma del maxilar superior de un vampiro. Dicha golosina tuvo una gran acogida entre los niños daneses gracias a la diversión extra que proporcionaba, haciendo posible que los niños se convirtieran en un temible vampiro durante unos pocos minutos.
Un tiempo después, animado por el éxito de ventas de la original chuchería, Spangsberg decidió seguir ampliando el catálogo de caramelos con productos cada vez más divertidos y originales, como Pedos de perro (Honde-Scheten), Hormigas meonas (Murkun Lirut), Pañales usados(Vieze Luiers), Cagadas de gaviota (Meeuwe Flatsen) o Mocos de mono (Snot-Apen).
Estas irreverentes y escatológicas golosinas causaron auténtico furor entre los niños daneses, propiciando que el fabricante lanzara cerca de 70 productos diferentes durante los siguientes años. Los dulces se hicieron tan populares que muchas escuelas y jardines de infancia solicitaban al fabricante acudir a sus instalaciones de Holme-Olstrup para que los niños vieran cómo era el proceso de elaboración de los dulces. Por desgracia, la producción de los dulces tenía que cumplir unos estrictos requisitos de higiene, lo que impidió que se realizaran las ansiadas visitas.
No obstante, Michael Spangsberg se propuso no perder esta interesante oportunidad de negocio y decidió construir un pequeño parque de atracciones con la intención de acoger las visitas tanto de colegios y jardines de infancia como de familias. Así es como en 1992 vio la luz BonBon-Land, un nuevo parque de atracciones situado en las inmediaciones de la fábrica de Holme-Olstrup. Inicialmente, el parque estaba compuesto por un taller de dulces, un cine, una tienda y un lago con botes.
El parque de atracciones tuvo de nuevo una gran acogida entre los más pequeños, por lo que se fue ampliado continuamente con nuevas atracciones e instalaciones. Actualmente el parque tiene una extensión de 130.000 m² y es una de las 10 atracciones más visitadas de Dinamarca. Como curiosidad añadir que es propiedad del grupo español de atracciones Parques Reunidos, los dueños del Parque Warner Madrid, el Parque de Atracciones de Madrid, el Zoo de Madrid o varios de los Aquopolis que podemos encontrar por la geografía española.
Un año después, en 1993, la exitosa marca de golosinas decidió expandirse por varios países de Europa, entre los que por suerte se econtraba España. A nuestro país llegaron solo 6 de las golsinas que aparecieron en Dinamarca: Hormigas meonas, Pedos de perro, Super domingas, Pañales usados, Culos cachondos y cagadas de gaviota, y lo hicieron bajo el nombre de "Jolines (o Jollines, nunca supimos cómo era exactamente). Lamentablemente, las golosinas no contaron con una gran aceptación en el país, probablemente por no realizar una campaña de publicidad adecuada y a no comercializarse en demasiados establecimientos.
Nosotros, de hecho, descubrimos estas golosinas gracias a una muestra gratuita que encontramos en uno de los números de la Revista Al Ataque, pero no recordamos haberla visto nunca expuesta en ningún establecimiento. Una muestra gratuita que, gracias a varios milagros de la vida, aún conservamos y os podemos mostrar junto al anuncio que podíamo encontrar en la contraportada de varias de las revistas de Alfonso Arús.
Para terminar, os dejamos con las 6 divertidas pegatinas que podíamos encontrar en los paquetes de las olvidadas golosinas Jolines, las golosinas más cachondas del mundo.
Tu ve la suerte de probarlas todas, a mi pueblo llegaron,soy de un pueblo de Jerez de la frontera, Cádiz España, allí llegaron estas chuches..
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